Roma es la capital política de Italia, pero la capitalidad industrial, económica y financiera de la península la ostenta indudablemente Milán, una de las ciudades más desarrolladas de toda Europa. La capital de Lombardía es una espectacular combinación de moderna metrópolis con grandes rascacielos, entre los que destaca la Torre Pirelli, con un impresionante patrimonio arquitectónico, cultural y artístico, y con algunos de los templos y museos más importantes del mundo. Conocer esta ciudad italiana en profundidad requeriría de toda una vida, aunque es mucho lo que hay que ver en Milán en un día. A continuación, te presentamos una pequeña guía de sus rincones de ineludible visita para que no tardes en coger tus billetes.
Dónde alojarse en Milán
Es importante elegir un buen campamento base desde donde poder abarcar todo lo que hay que ver en Milán en un día. Con millones de visitas al año, hay un gran número de hoteles en Milán. Es importante que sepas cuáles son tus mejores opciones.
Los hoteles del centro histórico es la opción de mayor comodidad para conocer los principales puntos turísticos de Milán, que se concentran en esa zona. Sin embargo, es una opción un tanto cara que no se adapta a todos los bolsillos.
Los hoteles en Milán de la tranquila zona del Parque Sempione no están muy alejados del centro y son sensiblemente más baratos. En esta zona tendrás a mano los museos que alberga el impresionante Castillo Sforzesco, entre los que destacan el de Museo de arte antiguo y el Museo Arqueológico de Milán.
En los alrededores de la Estación Central de Milán están concentrados buena parte de los hoteles de la capital lombarda, con unos precios asequibles y a solo 3 kilómetros del cogollo cultural, al que se puede llegar dando un paseo o en transporte público.
Por último, si buscas alojamientos económicos, los hoteles de la zona de Città Studi, la ciudad universitaria, son tu mejor opción, quedando a unos 45 minutos a pie del centro y a solo 15 minutos si usas transporte público.
Cosas que ver en Milán en un día
Es difícil hacer una selección entre los centenares de templos, teatros, museos y monumentales palacios que alberga Milán. Siendo como es, además, la capital de la moda mundial, dejaremos para el final una pequeña mención de las zonas donde se ubican sus lujosas tiendas, las más fashion del mundo.
Catedral de Milán
El famosísimo Duomo milanés, del siglo XIV, es una de las catedrales más grandes del mundo con sus 158 metros de largo y 93 de ancho. De estilo gótico, sus características más impactantes son su gran brillo, fruto de su revestimiento con mármol de Candoglia, y porque, a diferencia de la mayoría de catedrales góticas, la anchura de su fachada supera a su altura. Esta fachada fue remodelada en tiempos de Napoleón Bonaparte en un estilo neogótico.
De su interior destacan sus suelos de mármol, sus hermosas vidrieras, los enormes capiteles de sus columnas y, en su nave central, la gran cantidad de lienzos que cuelgan de sus paredes.
Galleria Vittorio Emanuele II
Su acceso es a través de un enorme pórtico, que se asemeja a un arco del triunfo, desde la misma plaza del Duomo. Su construcción data del siglo XIX y fue obra del arquitecto Giuseppe Mengoni. Ejemplo de la arquitectura del hierro típico de la época, su espacio central está recubierta por una majestuosa cúpula de vidrio que se levanta a casi 40 metros de altura.
Como monumento arquitectónico es uno de los lugares imprescindibles que hay que ver en Milán en un día, aunque, más allá de sus virtudes artísticas, es también un magnífico lugar para ir de compras o darse un homenaje en alguno de sus magníficos, y no muy baratos, restaurantes.
Como curiosidad, entre los mosaicos del suelo de esta espectacular galería se encuentra el del conocido como Toro de Turín. Es creencia popular que si pisas los genitales al pobre animalito, das tres vueltas alrededor y pides un deseo, este se cumplirá. Cosas veredes…
Teatro alla Scala de Milán
Saliendo de la Galleria Vittorio Emanuele II accedes a la Piazza de la Scala, llamada así en honor a uno de los teatros más famosos del mundo: La Scala de Milán. Auténtico templo de la ópera, por el que han pasado los mejores tenores y sopranos del panorama musical desde su apertura a finales del siglo XVIII, ha tenido entre sus directores a figuras de la talla de Toscanini, Abbado o Barenboim.
En el centro de la plaza se levanta la estatua de Leonardo da Vinci, obra del escultor Pietro Magni, de 1872, así como otros interesantes edificios, como el Palazzo della Banca Comerciale italiana y el Palazzo Beltrami, ambos del arquitecto Luca Beltrami.
Iglesia de Santa Maria delle Grazie y Basílica de San Ambrosio
Convento perteneciente a la Orden de los Predicadores, la iglesia de Santa María de las Gracias es un lugar de ineludible visita, no tanto por su arquitectura, interesante mezcla de estilos gótico, románico y clásico, aunque en su mayor parte reconstruida por los daños que sufrió durante la II GM, sino porque su interior alberga una de las grandes obras maestras de la pintura universal: “La última cena”, de Leonardo da Vinci. Eso sí, para poder acceder debes solicitar tu entrada con mucha antelación.
La Basílica de San Ambrosio es uno de lo mayores exponentes del conocido como románico lombardo, propia de la región, y data del siglo IV, aunque lo que puedes apreciar en la actualidad es fruto de reformas posteriores al siglo IX. De su interior destaca su dorado altar carolingio y los mosaicos bizantinos del Oratorio de San Vittore.
Pinacoteca di Brera y Pinacoteca Ambrosiana
Si eres amante de la pintura no puedes dejar de visitar, aunque sea sólo por un ratito, la Pinacoteca di Brera, considerada como una de los mejores del mundo. Con obras de los más grandes artistas de todos los tiempos, como Rembrandt, el Greco, Veronese, Mantegna, Tiziano, Canaletto o Caravaggio.
No tan completa, aunque con notables obras como “Virgen del Pabellón”, de Tiziano o “El fuego y el agua”, de Jan Brueghel, la Pinacoteca Ambrosiana cuenta además con el atractivo de estar integrada en la Biblioteca Ambrosiana, un auténtico paraíso para bibliófilos entre cuyos tesoros destacan distintos códices, escritos y dibujos de Leonardo da Vinci.
Y hasta aquí esta pequeña guía sobre qué ver en Milán en un día. Pero no podemos terminar sin volver a mencionar que Milán es, como todo el mundo sabe, la capital de la moda a nivel mundial. Ninguna firma puede considerarse de alto standing si no tiene alguna tienda en la capital lombarda. En la Milla de Oro milanesa, que se concentra en unas pocas calles (Monte Napoleone, Della Spiga, Sant`Andrea y Borgospesso), podrás encontrar todas las novedades de temporada de las principales marcas, a unos precios, eso sí, que hacen pensar si no sería más rentable comprar directamente un Tiziano.